La sonrisa de Shamash
Hoy como capricho cómo cada 3 décadas, te dejo adormecer mis brazos tocando la tierra, para envolverte en mi pasional calor.
En una dulce y suave danza que apenas rosa nuestras luces. Y baña en silencio la tierra, dejando solo mi sonrisa. Devorando toda oscuridad y reclamando mi reino como el ojo que todo lo ve desde las alturas.
Valientes aquellos, que me desafían con sus humildes ojos. Aquellos que se sientan con la suerte de escapar a mi luz, que abandonen todo miedo y me miren de frente.
Sabios aquellos que valoran las cosas frágiles de la vida y asumen con su respetable humildad; que no se puede morder la mano que te alimenta…
…y menos, sabiendo que solo somos producto del residual poder de un rey celestial. A quien no se debe tomar a la ligera.
Aunque sea una enana blanca.
Chilangoku.